Transcripción
INTRO
Promoviendo la Inversión Social de Calidad en España, programa que se enmarca dentro del proyecto europeo Alliance for Inclusive Investment in Social Care & Support, proyecto Erasmus plus cofinanciado por la Comisión Europea. Fundación ONCE, la Universidad de Mondragón, la Universidad Carlos III de Madrid y Laboral Kutxa se unen para dar a conocer las oportunidades que presenta la Inversión de Impacto Social de Calidad.
El curso piloto está dirigido a profesionales que actualmente estén, o planeen involucrarse próximamente en este ámbito. A través de estos podcasts conoceremos casos reales con expertos del sector.
ENTREVISTA
Bienvenidos a una nueva edición del curso Promoviendo la Inversión de Calidad en España. En esta ocasión, tenemos el placer de contar con Héctor Cebolla Boado, director general de innovación y estrategia social del área de gobiernos de familias igualdad y bienestar social del Ayuntamiento de Madrid. Muchísimas gracias Héctor por estar hoy con nosotros.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Muchas gracias a vosotros.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
A finales de julio leíamos el titular de que el Banco Europeo de Inversiones y el Ayuntamiento de Madrid impulsan el primer bono de Impacto Social para poner a la ciudad a la vanguardia de las políticas sociales. Imagino que hay mucho trabajo por detrás hasta llegar a este momento pero que significó también mucho para vosotros. ¿Qué sentisteis?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
La verdad es que, yo personalmente, por una parte sentí alivio y por la otra inquietud porque el trabajo se me venía encima. El convenio que firmamos con el Banco Europeo de Inversiones, fue para la realización de un estudio de viabilidad de un bono de Impacto Social. Era trabajo previo a la realización de un contrato de Impacto Social.
El trabajo que hicimos hasta ese momento, en realidad fue, básicamente convencer al Banco Europeo de Inversiones que teníamos una administración preparada para el reto o para el proyecto, mejor dicho, de sacar un contrato de Impacto Social en Madrid y convencerles de que teníamos un gran reto en nuestra administración que necesitábamos resolver un cuello de botella, una especie de culo de saco, del que no salíamos la administración y que convenía, que resultaría atractivo idealmente a inversores privados. Ahora ha empezado el estudio de viabilidad y creemos que el estudio de viabilidad dará respuestas a esas esperanzas de aquel verano pasado.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Vamos paso a paso si te parece. ¿Cómo llegáis dónde estáis? Cuéntanos primero, ¿qué hacéis exactamente en la Dirección General de Innovación y Estrategia Social?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
La Dirección General de Innovación y Estrategia Social, dentro de la lógica de la administración, es una especie de lujo. Nosotros nos hemos configurado como una dirección general pequeña bastante horizontal, con una estructura administrativa bastante horizontal, trabajamos en esta dirección general bueno, yo soy sociólogo y demógrafo, trabaja en la dirección general una psicóloga, una epidemióloga médico, un ingeniero, otra socióloga, personas con nivel jurídico y administrativo y nos dedicamos en realidad a pensar, cómo aportar innovación a una administración que fundamentalmente se dedica a gestionar. Es una especie de isla dentro de un mar de gestión.
Tenemos dos objetivos, por una parte, hacer del Ayuntamiento de Madrid una organización que usa sus propios datos para ser más transparente y para planificar y luego, el otro objetivo que tenemos, es el de mejorar o explorar esa imagen de innovación que hay en la forma en la cuestionamos algunos servicios.
El proyecto de un contrato de impacto social para nosotros es central, de hecho es la parte esencial de nuestro plan estratégico de innovación porque, creemos mucho que la innovación en una administración pública que está muy acostumbrada a gestionar y muy obligada a llevar la carga de la gestión encima, tiene poco margen para pensar en soluciones innovadoras. Desconfiamos mucho en la colaboración público - privada y creemos que el contrato de impacto social y en general la innovación de impacto social, es una de las formas en las que mejor se puede canalizar la expectativa de colaboración público-privada que está con el siglo XXI.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
¿Cómo identificáis las prioridades sociales en las que váis a trabajar? No sé si trabajáis en este sentido con otras entidades sociales también…
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Sí, el Ayuntamiento de Madrid como por otra parte, casi todas las administraciones públicas que se dedican a los servicios sociales han acabado externalizando una gran parte de los servicios que prestan a la ciudadanía por eso digo que hay una parte enorme del trabajo de la administración que es de gestión de los contratos , de control de los contratos. No quiero decir que haya servicios de gestión directa que se prestan directamente desde la administración hacia la ciudadanía como por ejemplo la atención social primaria pero, prácticamente, todos los servicios especializados o la mayor parte de ellos se gestionan a través de contratos. De contratos y convenios, con las ONGs y con el Tercer Sector.
Nosotros, en realidad, estamos bastante acostumbrados en el Ayuntamiento de Madrid y, intuyo que también, en otras administraciones, a tener un contacto con el sector privado a través de estos esquemas de contratación convencional otra cosa es que la contratación de impacto social sea novedosa porque lo que nosotros esperamos hacer con ella es externalizar el riesgo de fracasar o el éxito, una parte del éxito, de triunfar en este proyecto de innovación a agentes privados que no están normalmente en nuestros esquemas de contratación a inversores que vengan con la expectativa de resolver problemas para la administración y a su vez, hacer un buen uso de sus inversiones y de su capital.
Nosotros lo que hemos hecho ha sido una lluvia de ideas interna muy intensiva para identificar aquellos ritos en los que creíamos que por una parte, hay un problema social pendiente de resolución, hay un margen para mejorar la forma en la que gestionamos y por otro lado que fuera un asunto suficientemente claro y medible como para que encajara dentro de un esquema de inversión de impacto social.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Vosotros hacéis como este matching entre las prioridades sociales que afronta el Ayuntamiento para garantizar los derechos sociales y los productos innovadores que puedan dar respuesta a estos problemas.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Es una buena forma de verlo. En este punto en el que estamos en Madrid, yo creo que en el resto de Estado de Madrid, en sí mismo, sacar un contrato social ya es un resultado innovador. Por supuesto que, la fórmula contrato de impacto social se puede aplicar a infinitos retos sociales de hecho, yo creo que se puede aplicar a todo aquello que es medible y sobre lo que se puede intervenir para ir generando seguridad para la instrucción pero, en este caso, teníamos el fin de encontrar un reto y literalmente un reto para la administración. Es decir que viéramos que había necesidad de mejorar nuestra gestión, de los recursos públicos, pero que a su vez, fuera un espacio cómodo para que no hubiera demasiadas complicaciones en la formulación de un contrato de impacto social. Se encuentran esas dos cosas a la vez, esos dos bienes. Protegimos esos dos bienes en la decisión.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
¿Prefieres el concepto de contrato de impacto social que de bono de impacto social? Que está siempre ese debate.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Nosotros estamos intentando llamarlo sistemáticamente, contrato de impacto social porque la palabra bono de impacto social resulta espeluznante para una parte de quienes no están demasiado familiarizados con la idea porque piensan que hay una emisión de deuda. No es así, de un contrato en el que efectivamente unos inversores proponen una solución novedosa a un problema de la administración si tiene éxito el ahorro que representa esa novedad y en parte si se lo queda la administración y paga un interés al inversor y si fracasa esa innovación, el riesgo es del inversor que pierde su capital. Pero, nosotros queremos llamarlo contrato de impacto social para evitar la idea de que hay una emisión de deuda porque no la hay.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Si, para evitar la confusión que pueda generar el concepto. Hay contrato de impacto social, contrato de pago por resultados. Aquí hay una publicación, un toolkit, que publicó precisamente SpainNAB con datos de pagos por resultados, que incluiremos también en nuestra biblioteca, que intenta también hacer esa diferencia, entre marcar los detalles que diferencian a unos y otros productos. Nos explicas un poquito de forma sencilla qué es un contrato de impacto social (si te parece).
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Un contrato de impacto social es un contrato que la administración pone, licita por decirlo así, al que llama a inversores de naturaleza privada presentando, un reto social es decir, por ejemplo, te voy a poner el ejemplo concreto de aquello en lo que trabajamos en el Ayuntamiento de Madrid. Nosotros tenemos el problema de que tenemos una red de alojamientos alternativos que sirve para dar solución al problema de la vulnerabilidad residencial de manera temporal pero, la dificultad del mercado de la vivienda y del mercado laboral, hace que muchas de las personas que entran en esta red se cronifiquen y no salgan de la red. Convirtiendo la red de alojamiento alternativo en un recurso de vivienda permanente municipal.
Entonces con esto de que la red tenga el espíritu para el que ha sido creado. Nosotros hacemos un llamamiento a inversores privados a quienes les decimos que sí consiguen con alguna innovación en la gestión que haya una mejora en el flujo de personas que entra y que sale es decir, que no se cronifique la población que ya tenemos cronificada pues, nosotros estaríamos contentos de compartir con ellos el ahorro que representa la innovación que nos aporten.
Si se mide todo bien, si el reto está bien identificado, si el inversor quiere arriesgar su capital y tiene una idea innovadora, un contrato de impacto social nos permitiría al inversor haciendo un buen uso de su capital y teniendo un retorno y a nosotros sin privatizar el servicio, mejorar la eficiencia de la inversión y el gasto público.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Serían esas las ventajas de utilizar un poco ese instrumento. ¿Alguna otra ventaja o algún otro riesgo que durante todo este proceso hayáis identificado?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Yo he identificado varios riesgos que están circunscritos a la experiencia concreta en la que estamos trabajando pero mira, por una parte creo que hay que hacer bastante pedagogía interna porque, no todo el mundo entiende directamente lo que es y hay bastante gente que piensa que estamos hablando de una privatización encubierta de un servicio público cuando en realidad, es lo contrario, lo que es es una colaboración público - privada para que la gestión pública sea más eficiente.
En el segundo año después de la gestión, de un contrato de impacto social nosotros tendríamos una ahorro íntegro de lo que la mejora suponga entonces no hay en ningún momento una privatización y hay que explicarlo mucha frecuencia, no todo el mundo lo entiende.
Luego, creo que hay otro problema. Hay una desconfianza bastante sistemática en la administración y en la prestación de servicios sociales hacia los agentes privados. Independientemente de si representa o no una privatización, la administración, los sectores más recelosos de la colaboración público-privada no ven con simpatía este cambio hacia un sector público más eficiente, un sector privado más profesionalizado, más dispuesto a colaborar con lo público, la medición de resultados, la evaluación pública del retorno que tenemos a la inversión que hacemos agentes privados como los públicos…Hay mucha pedagogía que hacer que representa un obstáculo hasta que no se culmine, para la realización de proyectos de esta naturaleza.
Luego, yo creo que además, en el sector privado hay otras dificultades que yo no las percibo porque estoy dentro de la administración pero, entiendo que no hay tantos agentes preparados para, por ejemplo, hacer un estudio de viabilidad a día de hoy. Es un mercado que está creciendo y por tanto no está tan estructurado, que no se sabe bien cuales son los servicios que se están vendiendo (por ejemplo, cuando se habla de un estudio de viabilidad) ¿qué hay que hacer en un estudio de viabilidad? ¿Qué hay que hacer? ¿Cuánto cuesta? Es un mercado en expansión que se está construyendo sobre la marcha. Lo que no tenemos claro es quiénes son nuestros interlocutores al otro lado de la muralla. Es decir, ¿cuáles son los mejores agentes? Los agentes más predispuestos. Por eso, yo creo, que la formación, como hacéis vosotros, tiene una utilidad muy clara de estructurar el mercado y de hacer una pedagogía por la herramienta.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Estamos en una curva de aprendizaje en la que algunos vais dando los pasos por delante y el resto vamos aprendiendo de vuestras experiencias.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Estamos aprendiendo todo porque, probablemente, yo imagino que dentro de una generación pues, hablar de esto, si conseguimos que tenga el potencial que parece que tiene pues será un recurso normal que pueda recurrir la administración entre el repertorio de soluciones que tiene cuando se enfrente al reto pero, a día de hoy, el reto es encajar esta forma de colaboración público-privada dentro de la administración y lo es porque el sector privado está construyéndose y el sector público todavía no ha interiorizado el potencial que tiene esta herramienta.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
La colaboración también es una cuestión que creemos fundamental y que también, este tipo de productos, puede ayudar también a fomentarla incluso. Nosotros pensamos que la colaboración tanto del sector empresarial financiera tanto de la administración pública, por supuesto, y con el sector social es clave para la hora de conseguir ese círculo perfecto a la hora de instrumentalizar estos productos.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Mira, yo soy muy partidario de la colaboración público-privada, porque creo que es en beneficio de los dos y, en alguna medida - incluso más del sector público que del privado - pero, hay que profesionalizar la colaboración público-privada. Tenemos que dejar de pensar en que la forma en la que colaboran las empresas, o los agentes privados en general, con la administraciones a través de donaciones o de convenios filantrópicos porque, casi todo lo social es filantrópico pero, lo social, también es un sector productivo. La generación de bienestar es un sector productivo y una sociedad que se especializa en producir bienestar y esa producción de bienestar no está sólo monopolizada por el sector público sino también por el privado, es una sociedad que tiene más bienestar en términos absolutos.
Yo estoy convencido de que, si todos nos entendemos bien y todos somos claros en nuestros intereses y tenemos interlocutores fiables, y tenemos las herramientas apropiadas, que esa es otra osea, alguien en el Estado tiene que asumir el liderazgo de modernizar los esquemas que la Ley de Contratos permite para la colaboración público.-privada. Porque, mientras tengamos una Ley de Contrato, que nos inhibe para llevar a cabo las proezas que nos echamos a las espaldas muchas veces pues, bueno, podemos intentarlo, pero siempre con un margen mayor pero, yo creo que lo social y la producción de bienestar es un sector productivo. Por eso, ahí tenemos que conseguir lo público y lo privado.
Sin entrar en debates políticos, ni normativos ni ideológicos sobre la titularidad de los servicios públicos, que yo, personalmente, creo que han de ser públicos pero, mejorarlos relacionándonos correctamente con el sector privado.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Si no, y también que no dejan de ser recursos complementarios más a más en esta situación en la que aumentan las necesidades, se reduce los recursos… Cuanto más instrumentos tengamos, mejor.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Por supuesto, porque, por desgracia, vivimos en un sistema productivo que, episódicamente, nos meten crisis de muchísima profundidad, que nos meten gatos, todos tenemos compromiso con el equilibrio presupuestario a largo plazo y , por lo tanto, para las administraciones públicas externalizar el riesgo que supone la innovación y no gastar dinero sin tener certeza de que aquello en que lo gastamos funciona bien pues creo que es una estrategia claramente ganadora.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Enfocado también a actividades como decías, actividades productivas, porque hay parte del modelo social que no aborda este tipo de actividades y que bueno, sería el modelo más tradicional y con una base y un cimiento del modelo y sobre ella analizar qué actividades del sector social son productivas para aplicar este tipo de productos.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Claro, vamos a ver, yo creo que tiene un trasfondo muy filosófico esto en el fondo porque, durante décadas yo creo que hemos vivido esta idea de que el crecimiento económico implicaba cierta redistribución y que, al final, a una sociedad que crecía mucho era una sociedad en la que todo el mundo vivía bien y ahora vemos que eso puede no necesariamente ser el caso, la crisis de la pandemia del COVID lo ha demostrado. Ha habido un tercio de los hogares en la ciudad de Madrid que han perdido renta y, por lo tanto, han perdido bienestar.
Entonces, nosotros tenemos que recuperar un modelo de crecimiento en el que no tengamos como objetivo sólo el crecimiento sino también la incursión porque sin incursión, no hay crecimiento. No hay tanto crecimiento al que podemos, potencialmente, aspirar.
Yo defiendo mucho esta idea de que el sector social y la creación de un bienestar social es un sector productivo. Lo es tanto como la salud, la salud es claramente un sector productivo. Todo el mundo lo ve claramente pues, yo sostengo, que lo social también es un sector productivo. Más allá de la salud o junto con la salud. Eso es el sector productivo.
Tenemos que colaborar con esquemas modernos de contratación y con una colaboración moderna entre nosotros, el sector público y, cuantos más agentes del sector privado será posible, mejor.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Más allá de la garantía de los derechos humanos, entiendo, como base fundamental.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Pues, yo creo que hay un mínimo sobre el que podemos mejorar nuestro margen de maniobra. Otra cosa es que, no todo lo que tenemos que hacer tenga que ser productivo en ese sentido de tener un retorno, hay cosas que tenemos que hacer porque somos una sociedad civilizada, equilibrada, respetuosa con los derechos humanos, que es un Estado de Derecho, que es una sociedad diversa y inclusiva pero, más allá de ese mínimo común denominador que todas las democracias tienen que defender hay que dar un margen para que lo público mejore su capacidad de generar bienestar social. Creo que ahí la relación con el sector privado es capital.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Totalmente, y en este camino que habéis emprendido, el estudio de viabilidad que nos contabas antes es una fase clave, me imagino también que el diseño del producto, la identificación de indicadores, para la medición del impacto, toda esa maquinaria tiene su aquel, ¿no?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Mira, me encanta que me hagas esta pregunta porque sí, la verdad es que tiene su aquel, pero el gran problema lo veo más allá y yo, cada vez que voy a un foro en el que se habla de la inversión de impacto social o de los contratos de impacto social, se habla mucho de las métricas y tal. Las métricas son un reto sobre todo porque la administración no está acostumbrada a recoger datos a sistematizarlos o a ofrecerlas para el análisis o para la investigación y ahí hay mucho margen de mejora en el que yo creo que todo el mundo está comprometido, la canción de que hay que vivir en el mundo de la inteligencia artificial de los data aids de la administración digital, ya la compartimos prácticamente todos y, a lo mejor ya algunos tienen una posición más aventajada que otros pero estamos todos.
Para mí, el problema al que nos enfrentamos nosotros, sinceramente, es el encaje jurídico del contrato impacto social en la Ley de Contratos. Osea, es decir, yo de una manera u otra se lo que soy capaz de medir, lo que hago en el Ayuntamiento. Hablo como si yo fuera el Ayuntamiento pero bueno, estamos en un entorno pedagógico. Yo creo que el Ayuntamiento es capaz de medir lo que hace. Puede mejorar en sus márgenes de cómo se mide las cosas y es necesario hacerlo si un inversor va a arriesgar su capital para la mejora de un servicio.
La cara con la que se recibe estos proyectos en los departamentos jurídicos, en las direcciones generales de contratación en las instancias en las que la gente decide la forma jurídica que tienen los contratos que nosotros en los foros como este podemos tratar con cierta ligereza, o con optimismo quiero decir, en su futuro pues, no es la misma que ponen aquellas que se dedican a las métricas. Los de las métricas, antes o después lo ven fácil, pero los del encaje jurídico lo ven con más escepticismo.
Hay un punto negro que por el momento, ninguno de los estudios de viabilidad que está en marcha o que han concluido en España han acabado redondeando y eso… es lo que más me preocupa.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
¿Cómo hacéis esa conexión con el Banco Europeo de Inversión?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Hace un año, en enero de 2020, celebramos junto con Open Value, que siempre se lo agradeceré a Open Value - la ayuda que ha supuesto al Ayuntamiento de Madrid. En este sentido organizamos un acto conjunto con AB Social para la difusión y el conocimiento de la herramienta de contrato de impacto social (bono de impacto social en aquel momento).
AB Social y Open Value, hicieron un despliegue en su agenda de contactos extraordinario, que nosotros supimos aprovechar. Nos encargamos de que llegara al público asistentes con un perfil más institucional y ellos se dedicaban al perfil de inversores.
El Banco Social Europeo y el Banco de Crédito de Inversiones, tiene vocación de ser inversor de impacto social. Entonces, el encuentro fue fortuito de alguna manera pero bien instrumentado y organizado. A partir de ese momento, tuvimos una serie de conversaciones con ellos en las que intentaron medir nuestra capacidad de comprometernos con un proyecto como este y, habiéndonos comprometido con este proyecto llegamos a tener la buena noticia de que fuimos la primera ciudad con la que firmaron un convenio para el desarrollo íntegro de un estudio de viabilidad en las mejores condiciones y que no nos tuviéramos que preocupar ni de la digitación ni del precio ni de nada, todo lo han hecho ellos y nosotros somos meramente unos intermediarios entre una consultora y ellos proporcionándoles datos y ayudándoles a identificar y entender el reto en el que necesitamos que trabaje.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Sí, recuerdo ese evento y bueno, tendremos a Open Value por aquí como entidad referente en este para que nos cuente su experiencia.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Cuando os decía antes de que el sector privado se está desarrollando y que al final es un sector que tiene poca forma todavía y que no se sabe quienes son los actores más fiables. Yo creo que en este terreno en España hay dos, tres, cuatro, cinco actores entre los que Open Value tiene una posición muy destacada y creo que son en parte, si este contrato de impacto social sale adelante seremos deudores de su esfuerzo pedagógico porque fueron ellos los que se aproximaron a nosotros con esta idea y con la aspiración de que nos pudiéramos comprometer con este esquema en general de una manera altruista.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Una labor extraordinaria sin duda y tienen un equipo perfecto. ¿En cuanto al retorno económico y social que os queréis lograr?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Nosotros en realidad, por el tipo de reto que tratamos con el bono de impacto social, ¿quién puede negar que las grandes ciudades donde haya más de un millón de personas haya un problema con acceso a la vivienda? Porque lo hay incluso en las ciudades más pequeñas pero, en las ciudades de un millón, de dos o de tres millones de personas, más todavía.
Entonces, la vulnerabilidad residencial es un problema extraordinario y todas las previsiones de todos los organismos provisionales y la Unión Europea, es que, sin hogarismo la vulnerabilidad residencial va a ser un problema amyor en las ciudades europeas y en Estados Unidos y Canadá.
De esa disyuntiva, las administraciones públicas tienen la responsabilidad de que su intervención minimice el problema y para minimizar el problema, y para minimizar el problema se crean estas redes de alojamiento alternativo (hablamos de una familia desahuciada, o de una familia que tiene dificultades puntuales o de una persona sola aislada sin conexiones familiares sin que se les pueda ofrecer alojamiento durante un tiempo…), es una inversión carísima sobre todo si esas personas no recuperan su autonomía.
Cuando sean capaces de recuperar su autonomía y capaz de salir de estos recursos que temporalmente ocupan, representarán una mejora en la eficiencia del gasto público porque otras personas con el mismo problema podrán ocuparlas.
Nosotros queremos generar un flujo de entrada y salida y, este flujo, nos permitiría que nuestra inversión en una red de alojamiento alternativo deje de crecer horizontalmente y lo único que haga sea un crecimiento eficaz y más eficiente.
Esto representaría un ahorro en una política que hasta ahora crecía horizontalmente con poco orden y, con este contrato de impacto social, estamos encantados de compartir una buena parte del ahorro durante el primer año, por decirlo de alguna forma, en el que supusiera realmente un ahorro con algún inversor privado que quiera probar alguna solución innovadora que active la autonomía de estas personas vulnerables.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Ayer, precisamente, hacíamos la entrevista a HOGAR SÍ que nos contaba este reto del acceso a la vivienda; sin duda clave en la situación en la que estamos. ¿Os inspirásteis en alguna iniciativa similar?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Sinceramente, no. Es un problema real del propio Ayuntamiento de Madrid. No digo que sea exclusivo del Ayuntamiento de Madrid, pero que es un problema que nosotros tenemos súper identificado como nuestro gran reto a solucionar, entre otros, pero es uno de ellos. Los bonos de impacto social, tienen rentabilidad a lo largo y alto del planeta, allí donde se han dado una tendencia bastante aguda a centrarse en problemas de sin hogarismo y de vulnerabilidad residencial. Supongo que eso es porque las métricas están más claras, porque es un problema en el que se gasta mucho dinero y a lo mejor el retorno que tiene no es el suficiente o el esperado o el deseable… En este caso, verdaderamente nosotros funcionamos de una manera deductiva, hicimos una lluvia de ideas entre todas las direcciones generales del área del gobierno: familias, igualdad y bienestar social y salieron una serie de temas puntuales.
Hubo dos temas ganadores: uno de los cuales era este y por razones operativas que tenían que ver con la facilidad de que se consiguiera un contrato de impacto social, nos quedamos con este tema en vez de con el otro, y el otro era un tema en el que el retorno era más largo plazo que también yo creo que es un problema para todas las administraciones públicas que está relacionado con la pobreza infantil y limitar las consecuencias, compensar el deterioro en las oportunidades de las personas que crecen en un hogar pobre, de los niños. Esto, que en el largo plazo, representaría un ahorro incalculable, que es una puesta de todas las administraciones razonable pues, para la emisión de un contrato de impacto social, parecía menos óptimo porque el ahorro parecía tangible.
Agilizar el flujo de entrada y salida de una red de alojamiento alternativo, es un ahorro que dentro de un par de años es capaz de cuantificar a la delegada de Hacienda.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Desde tu punto de vista, crees que la administración pública en general (en sus diferentes niveles) ¿Se debería involucrar más?
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Yo creo que la administración pública se debería involucrar más y que deberíamos hacer más pedagogía dentro de la administración. Creo que, falta todavía, que una parte de la administración entienda el potencial de estas herramientas. Falta que una parte de la administración vea con menos recelo estas herramientas y luego creo que aquellas partes de la administración que tenga competencias legislativas, deberían sopesar la posibilidad de crear esas herramientas que incluso para entornos más escépticos, esto sea un proyecto que tenga viabilidad, este tipo de inversiones, este tipo de colaboración público-privada.
Al final hemos creado una administración, yo lo entiendo, la corrupción ha sido atroz aquí en España y ha habido una sensibilidad social extraordinaria sobre la corrupción pero, el temor a la corrupción y la vigilancia a la que sometemos a los empleados públicos es tal que en muchas instancias es paralizante. Prácticamente ya nadie se atreve a hacer algo que no esté dentro de la caja porque te ves con una demanda en el medio plazo.
¿Es posible encajar una ley de impacto social a la Ley de Contratos? No lo sé, hay un debate abierto. Esperemos que sí pero, luego, el que eche la firma, estará asumiendo una responsabilidad que no sabe qué consecuencias puede tener. Incluso patrimoniales sobre su persona. Es muy serio.
Sí, se deben implicar más las administraciones y sobre todo, creo yo, en este momento aquellas que tienen potestades legislativas.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Sin duda. Pues Héctor, muchísimas gracias. La verdad es que muy enriquecedora la entrevista, te lo agradecemos un montón y cuidaros mucho por el Ayuntamiento y nos vemos pronto.
HÉCTOR CEBOLLA BOADO
Espero que nos veamos pronto y gracias a vosotras por vuestro trabajo de pedagogía. Que yo creo que, como os he dicho varias veces en esta entrevista, es una de las piezas de las que dependemos todos para que estos proyectos salgan para adelante.
LOURDES (ENTREVISTADORA)
Muchísimas gracias a vosotros Héctor.
CIERRE
Muchas gracias por vuestro tiempo, os esperamos en el próximo podcast Promoviendo la Inversión Social de Calidad en España.